Homenaje a Samuel Paty (1973-2020)

Juntos, el Embajador de Francia, el Sr. Romain Nadal con miembros del cuerpo diplomático y la comunidad educativa del Colegio Francia realizaron un homenaje a Samuel Paty, profesor francés de historia y geografía, víctima del terrorismo, asesinado el pasado viernes 16 de octubre en Conflans Sainte-Honorine.

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Discurso del Embajador de Francia en Venezuela, Romain Nadal

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numerosos mensajes recibidos aquí en Venezuela, el terrorismo ha fracasado. En el corazón de nuestro pacto republicano forjado por la Historia, existe una parte que no puede ser negociada. Hay una parte en la que jamás cederemos: la vida del prójimo. Pero también todo aquello que nos hace humanos: el amor, la esperanza, la entrega, el apego a los suyos y a sus raíces, el gusto de los demás... A esta violencia, nosotros oponemos la fuerza de nuestro pacto republicano.

Este pacto republicano, del cual el profesor Samuel Paty era su misma encarnación, con su discreción y el escrupuloso respeto de su misión educativa. Al profanar su persona, a la salida del colegio, su asesino quiso atacar este profundo lazo que une a los Franceses, sean estos creyentes o no. Entonces, desde el pasado viernes, este vínculo parece haberse reforzado, haberse hecho aún más vivo, aún más esencial.

El rostro de Samuel Paty se ha convertido en la faz de lo que, es en nosotros, el rechazo de la fascinación de la muerte y de este terrorismo fanático. El rostro de Samuel Paty se ha convertido en ese semblante del humanismo que se erige frente al oscurantismo. En su vida docente, dedicada íntegramente a sus alumnos, los Franceses han reconocido una parte de sí mismos. Esa parte de sí mismos que se encuentra en nuestra declaración de los derechos del Hombre y del ciudadano, en lo que es el fundamento mismo de nuestra República que se basa en el amor y el respeto de la humanidad.

Todos trabajamos por este ideal, con nuestras creencias, nuestra filosofía, nuestra moral. Cuando es la fe la que sostiene este ideal, ella tiene su lugar en la República. Por eso la República francesa garantiza la libertad de credo, así como también la de no creer. Por eso protege los lugares de culto y a los representantes de todas las religiones.

La República francesa no está llamada a luchar contra una determinada religión, ni tampoco a querer reemplazarla. Ella trabaja a diario para que todos puedan creer o no en la intensidad y la intimidad de su fe. Como ciudadanos libres. Pero cada religión, cuyos líderes están hoy aquí presentes entre nosotros, y les agradezco por ello desde el fondo de mi corazón, tiene que liderar su parte de la lucha para que el odio, el repliegue, la reducción de lo que somos nunca pueda triunfar. Es ésta una larga lucha y se libra a diario.

La presencia hoy en el Colegio Francia de tres líderes de religiones muy importantes en la historia de la humanidad es el reconocimiento del lugar que les pertenece, para iluminar la conciencia, promover la armonía y transmitir un mensaje de paz y tolerancia. Esta ceremonia de hoy pone también de manifiesto el respeto mutuo y el espíritu de diálogo que existe entre las religiones y que deseo valorar, pues he podido apreciar la importancia de esto en Venezuela desde el inicio de mi misión como embajador en 2017.

El tributo que hoy rendimos no podría haberse efectuado en otro lugar que en una escuela. Y aquí, en el Colegio Francia, un establecimiento educativo laico, la comunidad educativa da vida a diario a nuestros ideales de libertad, igualdad y fraternidad. Aquí la comunidad educativa prepara y forma a los ciudadanos del mañana, sean cuales sean los orígenes y creencias de las familias.

Quiero decirles hoy aquí que el martirio del profesor Samuel Paty no habrá sucedido en vano. Solo unos días después de su asesinato, discernimos su significado y alcance, el cual va mucho más allá de la misma Francia. Es habernos vuelto, a todos y cada uno, aún más apegados de lo que somos, más apegados a lo que se ha querido matar, más apegados a lo que nunca declinaremos: nuestra humanidad.

A continuación les invito a guardar un minuto de silencio en homenaje al profesor Samuel Paty.

Discurso de la Sra. Isabelle Jimenez, Profesora de Historia y Geografía del Colegio Francia

Para la escuela de la Republica.
La que protege “El que en el Cielo creía y el que no creía en él” (Aragon, 1943)

¿Cuáles son las palabras que podemos usar para expresar lo indecible?

¿Cómo mirar y entender el mundo que es el nuestro hoy en día?

¿Cuánta valentía para seguir sonriendo después de tal tragedia?

La construcción de la «Nation France» fue un camino largo. Épico. Terrible para algunos, glorioso para otros. Pero que permitió la afirmación de valores republicanos. Valores que cada profesor afirma y defiende: la liberté, l’égalité, la fraternité et … la laïcité.

Nuestros salones son multiculturales. Con alumnos de múltiples confesiones. Es lo maravilloso de la ley de 1905: Permitirle a una sociedad tan diversa la práctica del vivir juntos, de proteger El que en el Cielo creía y el que no creía en él.
Pervertir ideales adquiridos con tanto esfuerzo es negar la esencia misma de nuestra enseñanza: Es negarles a nuestros alumnos la posibilidad de convertirse en ciudadanos libres. Libres de entender el mundo en sus códigos, pero también de convertirse en ciudadanos críticos frente a todos los discursos, todos los extremismos, todos los populismos y otros terribles radicalismos…

Este compromiso sigue siendo el de la Ilustración, del espíritu des las luces. La lucha incesante contra el obscurantismo, contra la censura, contra la superstición.
Este compromiso es defendido día a día por los profesores, defender el libre pensamiento en una sociedad que, lastimosamente, tiende al repliegue identitario y comunitario.

El espantoso asesinato de nuestro colega Samuel Patty fue también el asesinato de nuestra inocencia. Nos demostró que las fuerzas del espíritu, la reflexión y el razonamiento no son suficientes para enfrentarse al sectarismo. Sobre todo, cuando esa nefasta idea es la aliada de un uso perverso de las redes sociales.

Es justamente porque conocemos la fragilidad de los valores que hacen vivir nuestra democracia que, en nuestros cuadernos, sobre nuestras mesas, sobre la arena y en la nieve, seguiremos escribiendo tu nombre: Liberté

Traducción Jérémy Fontaine

Modificado el 23/10/2020

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